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Julián Porta

No tengo mucha idea de cómo expresar esto como se debe o si hay una manera correcta de hacerlo, por lo que voy a optar por ir directo al grano: el pasado 16 de Julio, Julián Porta (o simplemente @Porta para quienes lo conocíamos por internet) volvía con su familia de un viaje que hicieron para festejar su aniversario de casados cuando el remise en el que iban tuvo un accidente en la ruta. Porta falleció en el momento y el conductor del remise lo hizo luego en el hospital.

Lo primero es decir que su familia está bien: sus hijos Ada y Felipe estan con los abuelos, y su esposa Carla luego de semanas de operaciones y miedo se está recuperando, hasta donde sé fuera de peligro.

¿Por qué escribo sobre esto un mes y medio después?

La experiencia de enterarnos sobre el accidente fue inusual, tanto yo como el círculo de amigos en común que tenemos conocemos a Porta primariamente por nuestro contacto online; durante la semana pasada notamos que hacía tiempo que no sabíamos nada de él y empezamos tratar de ponernos en contacto. Ayer encontramos la noticia sobre el accidente, para nosotros, Porta nos dejó ayer.

¿Por qué escribo esto? No sé del todo, quizás porque me choca pensar que nos enteramos casi de casualidad, que podríamos no haberlo sabido nunca, capaz que porque Porta no está más sólo porque estuvo en el lugar equivocado y en el momento equivocado, porque no importan todas las cosas buenas que alguien hace cuando se pega mal una frenada o un volantazo en la ruta, en una de esas es porque creo que la gente debería saber más sobre él, o simplemente es solo que soy humano y esta es mi forma de sobrellevarlo.

Música

Una de las cosas que más apasionaba a Porta era la música, fué algo que compartimos mucho cuando empezamos a charlar: en la época que grooveshark todavía estaba vivo se podía armar una playlist colaborativa entre muchos usuarios y que todos la escucháramos al mismo tiempo, por un tiempo todos los viernes nos juntábamos en ese rinconcito de internet y compartíamos temas mientras trabajábamos, era una experiencia única que desearía tener las herramientas para repetir hoy, Porta era uno de los que no faltaba nunca. Porta también era músico, y por suerte tenemos algunos de sus experimentos musicales en su página de soundcloud - que estoy escuchando mientras escribo estas líneas - para ayudarnos a recordarlo.

Si miro logs o conversaciones con twitter que tenía con él una buena parte son recomendaciones de discos. Lo que Porta sabía de música es difícil de poner en palabras, no importaba el estilo o el momento en el que estuvieras el siempre encontraba la manera de pasarte el disco perfecto para inspirarte y alegrarte la tarde. Es fácil atribuír todo esto a conocimiento y nada más, pero yo creo que va mucho más allá de eso: Porta era una persona profundamente empática y con mucho corazón, si te pasaba música que te movía era porque te entendía, era su manera de acompañarte.

RubySur

Porta era programador, nunca tuve oportunidad de compartir algún proyecto profesional con él aunque la verdad que ganas no me faltaron. Era miembro de la comunidad RubySur en la que siempre estaba dispuesto a dar una mano a cualquiera que tuviera problemas, gracias a esa comunidad fue que se nos dió la oportunidad de juntarnos la que resultaría ser la única vez que nos vimos en persona, durante RubyConf Argentina 2014, y tuvimos que convencerlo entre varios para que viniera porque - viviendo en Chacabuco y teniendo familia - el viaje le era complicado. Me alegro mucho de por lo menos haber podido compartir esos días con él.

Hoy temprano me puse a releer su página de suvtle que usaba a modo de blog, les recomiendo que se tomen un rato a leer los posts que están ahí, no solo hacen un mejor trabajo que el que yo podría hacer explicando cosas que me son importantes como por que el minimalismo es bueno o como realmente no importa como hagas las cosas, importa que las hagas, sino porque les va a mostrar de primera mano muchas cosas importantes sobre como era él como persona, su escritura tiene la franqueza y la claridad que le daban su humildad y falta de ego, y las cosas que compartía nunca se publicaron desde otra intención que aportar su granito de arena a que todos nos animemos a permitirnos no saber, a saber entendernos, y a dejarnos aprender.

En fin.

Me cuesta escribir esto porque la verdad me quedo con las ganas de conocer a Porta mucho más, de compartir más cosas, más música, más charlas, más vida. Julián era un tipo honesto, que nunca tenía nada malo para decir, que nos ayudaba a todos a aceptarnos más como somos, que siempre te alegraba una tarde: necesitamos más gente como él, no menos.

El mundo es peor ahora que no lo tenemos con nosotros, pero también es mejor porque tuvimos la suerte de cruzarnos con él, quiero creer que haberlo conocido hizo mi vida y la de sus amigos mejor y más completa, y que su historia sigue de alguna manera gracias a las lecciones que nosotros aprendemos de ella, que es algo que ningún accidente desgraciado nos puede sacar.